De noche producimos melatonina y tenemos la presión de sueño alta, lo que nos ayuda a dormir.
De día casi no producimos melatonina y la presión de sueño es mucho más baja. Por eso, en general es más difícil dormir de día que de noche.
¿Qué hacer?
1.- Oscuridad.
Un ambiente oscurito ayuda al niño a relajarse y conciliar el sueño con más facilidad, bajando los estímulos. Pero… No se confunde? No piensa que es de noche? No se acostumbra a dormir solo en el oscuro?
Mientras no duerma una siesta de más de 2 horas y media, siga mamando o comiendo con frecuencia durante el día, esté en ambiente iluminado antes y después de las siestas, no se va a confundir.
Para acostumbrarlo a dormir en ambientes distintos a su cuarto oscurito, recomiendo salir de la rutina 1-2 veces por semana.
2.- Rutina Relajante.
Sin melatonina y con tantos estímulos durante el día, el niño necesita una ayuda extra para relajarse. Recomiendo una rutina clara (por ejemplo: cuento, canción, acostarse) y relajarse.
3.- Dormir de forma independiente.
Si ya duerme solito en su cama de noche, lo que hay que hacer es exactamente el mismo ritual y proceso para dormirlo en la siesta. Es más difícil, hay que tener paciencia y constancia, pero si el niño sabe hacerlo de noche no hay porque no lograrlo de día también.
Paula Roitman
Pedagoga especializada en el Aprendizaje del Sueño Infantil